Salud Pública
jueves, 19 de noviembre de 2015
martes, 10 de noviembre de 2015
Objetivos del Milenio (pronósticos para el 2030).
Los Objetivos Mundiales reemplazan a los Objetivos de Desarrollo
del Milenio (ODM), los cuales en septiembre de 2000 reunieron al mundo en torno
a un programa común: abordar la indignidad de la pobreza.
Los ODM establecieron objetivos
medibles, acordados universalmente, sobre la erradicación de la extrema pobreza
y el hambre, la prevención de las enfermedades mortales pero tratables, y la
ampliación de las oportunidades educacionales de todos los niños, entre otros
imperativos del desarrollo.
Los ODM impulsaron el progreso en muchos
ámbitos importantes:
ü
Pobreza
económica
ü
Acceso
a mejores fuentes de agua
ü
Matrícula
en la enseñanza primaria
ü
Mortalidad
infantil
Los objetivos de Desarrollo Sostenible son los siguientes:
Objetivo 1. Poner fin a la
pobreza: Se comprometen
a terminar con la pobreza en todas sus formas y dimensiones de aquí al 2030.
Objetivo 2. Hambre Cero: Poner fin al hambre, lograr la
seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura
sostenible.
Objetivo 3. Buena Salud: Garantizar una vida sana y promover el
bienestar para todos en todas la edades.
Objetivo 4. Educación de
calidad: Garantizar una
educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de
aprendizaje durante toda la vida de todos.
Objetivo 5. Igualdad de
Género: Lograr la
igualdad de géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas.
Objetivo 6. Agua Limpia y
Saneamiento: Garantizar
la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
Objetivo 7. Energía
Asequible y Sostenible:
Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para
todos.
Objetivo 8. Trabajo
decente y crecimiento económico: Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y
sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.
Objetivo 9. Industria, innovación, infraestructura: Construir
infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y
sostenible y fomentar la innovación.
Objetivo 10. Reducir las inequidades: Reducir la
desigualdad en y entre los países.
Objetivo 11. Ciudades y comunidades
sostenibles:
Conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos,
seguros, resilientes y sostenibles.
Objetivo 12. Consumo responsable y
producción:
Garantizar modalidades de consumo y protección sostenibles.
Objetivo 13. Acción climática: Adoptar medidas
urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
Objetivo 14. Vida marina: Conservar y
utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para
el desarrollo sostenible.
Objetivo 15. Vida en la Tierra: Proteger,
restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres,
efectuar una ordenación sostenible de los bosques, luchar contra la
desertificación, detener y revertir la degradación de las tierras y poner freno
a la pérdida de diversidad biológica.
Objetivo 16. Paz, justicia e
instituciones fuertes: Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el
desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear
instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles.
Objetivo 17. Alianzas para los
objetivos:
Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la alianza mundial para el
desarrollo sostenible.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), recuperado desde 9 de octubre de 2015 de: http://www.undp.org/content/undp/es/home/mdgoverview.html
lunes, 9 de noviembre de 2015
domingo, 8 de noviembre de 2015
Norma Oficial Mexicana
NORMA
OFICIAL MEXICANA.
Para
la prevención, tratamiento y control de la Diabetes Mellitus.
La
epidemia de la diabetes mellitus (DM) es reconocida por la Organización Mundial
de la Salud (OMS) como una amenaza mundial. Se calcula que en el mundo
existen más de 180 millones de personas con diabetes y es probable que
esta cifra aumente a más del doble para 2030. En 2005 se registraron 1.1
millones de muertes debidas a la diabetes, de las cuales alrededor de 80%
ocurrieron en países de ingresos bajos o medios, que en su mayoría se
encuentran menos preparados para enfrentar esta epidemia.
De
acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional de Salud 2000 (ENSA), la
prevalencia nacional de diabetes mellitus en hombres y mujeres adultos de
más de 20 años fue de 7.5% (IC95% 7.1-7.9), lo que representa 3.6 millones
de casos prevalentes, de los cuales 77% contaba con diagnóstico médico previo.
La prevalencia fue ligeramente mayor en mujeres (7.8%) respecto de los
hombres (7.2%).
De
conformidad con la información de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición
2006 (ENSANUT) la prevalencia aumentó a 14%, lo que representa un total de
8 millones de personas con diabetes; en la población urbana, la
prevalencia fue significativamente mayor.
Prevención:
La prevención de la diabetes y sus complicaciones implica un conjunto de
acciones adoptadas para evitar su aparición o progresión ya que esta es un
pilar que debe evitar la aparición de la enfermedad, el desarrollo de las complicaciones agudas y crónicas, para lo cual debe llevarse a cabo
a través de un equipo multidisciplinario y estrechamente
vinculado que permita, a través de sus acciones, obtener impactos en la salud
del paciente con factores de riesgo asociados a diabetes mellitus o
quienes ya la padecen.
Los factores de riesgo son: sobrepeso y obesidad, sedentarismo,
familiares de primer grado con diabetes, mayores
de 45 años de edad, las mujeres con antecedentes de productos macrosómicos
(>4 kg) y/o con antecedentes obstétricos
de diabetes gestacional, mujeres con antecedente de ovarios poliquísticos; asimismo, se considera dentro de este grupo a las personas con
hipertensión arterial, dislipidemias, a los y las
pacientes con enfermedades cardiovasculares y con antecedentes de enfermedades psiquiátricas con uso de antipsicóticos.
La prevención de la diabetes mellitus se realiza en tres
niveles: primaria, secundaria y
terciaria.
*Prevención primaria: Tiene como objetivo evitar el inicio de la enfermedad. En la práctica,
prevención es toda actividad que tiene lugar antes de
las manifestaciones de la enfermedad con el propósito específico de prevenir su aparición.
Existen dos tipos de estrategias de intervención primaria: en la población general y en la población con factores de riesgo
asociados a la diabetes.
En la población general son medidas
destinadas a modificar el estilo de vida y las características socioambientales,
las acciones de prevención primaria deben ejecutarse, no sólo a través de
actividades médicas, sino también con la participación y compromiso
de la comunidad y autoridades sanitarias utilizando los medios de comunicación masivos existentes en cada región como
radio, prensa y televisión, entre otros. Los factores protectores para
la prevención y control de esta enfermedad consisten en modificar los cambios en el estilo de vida que abarca reducción de
peso, una adecuada nutrición, la realización de ejercicio
y la disminución de los factores de riesgo cardiovascular.
En la población con factores de riesgo La intervención inicial y
a lo largo del padecimiento se realizará especialmente con tratamiento no
farmacológico y consistirá en:
1.
Educación para la salud: folletos, revistas y boletines, entre otros.
2.
Promoción de la salud: corrección de factores dentro del estilo de vida.
3.
Prevención y corrección de obesidad: dietas con bajo contenido graso y
azúcares refinados y alta proporción de fibra alimentaria.
4.
Uso racional y prescripción adecuada de medicamentos diabetogénicos, por
ejemplo, diuréticos, corticoides,
beta-bloqueadores.
5.
Promoción del ejercicio físico rutinario y programado.
6.
Integración a Grupos de Ayuda Mutua, encaminados a que el o la paciente
sea responsable de su autocuidado y permanentemente se
autogestionen en pro de su control metabólico.
*Prevención secundaria: Estará encaminada a pacientes ya confirmados con diabetes mellitus y
cuyos objetivos son evitar la aparición de complicaciones agudas, y
evitar o retrasar las complicaciones crónicas. Las acciones para cumplir
los objetivos propuestos se fundamentan en el control metabólico óptimo y permanente de la enfermedad.
*Prevención terciaria: Estará dirigida a pacientes que presentan complicaciones crónicas y
tiene como objetivo evitar la discapacidad por insuficiencia renal,
ceguera, pie diabético y evitar la mortalidad temprana por enfermedad cardiovascular. Las acciones requieren de la participación de
profesionales especializados en las diferentes complicaciones.
1. Control de peso: La reducción ideal
de peso debe ser entre el 5% y el 10% del peso total. Debe ser una meta anual hasta alcanzar su peso ideal.
2. Actividad física: La actividad física
habitual en sus diversas formas: actividades de la vida diaria, trabajo no sedentario, recreación y
ejercicio, tiene un efecto protector contra la diabetes.
3. Alimentación: El equipo de salud
deberá ser debidamente capacitado para poder establecer un plan de alimentación adecuado a
individuos con o sin diabetes, cuando no haya disponibilidad de un nutriólogo o especialistas en nutrición, con
conocimientos en diabetes.
4. Promoción de la salud: El fomento de
los estilos de vida saludables, necesarios para prevenir o retardar la
aparición de la diabetes, se llevará a cabo mediante
acciones de promoción de la salud.
La promoción de la salud se llevará a cabo entre la población general,
mediante actividades de educación para la salud, de
participación social y de comunicación educativa, con énfasis en ámbitos específicos como la familia, la escuela,
la comunidad y grupos de alto riesgo.
5. Comunicación social: La población
general habrá de ser adecuada y oportunamente informada, mediante los medios de comunicación social, sobre
los factores de riesgo que favorecen el desarrollo de la diabetes.
6. Participación para la salud: Se debe
estimular la participación comunitaria, así como la colaboración de los grupos y organizaciones sociales,
para promover la adopción de estilos de vida saludables, particularmente entre
los grupos de mayor riesgo.
7. Educación para la salud: La
Secretaría de Salud debe establecer, en coordinación con las instituciones
educativas, programas de información a la población
estudiantil sobre los factores de riesgo de enfermedades no transmisibles frecuentes, entre éstas, la diabetes,
así como la actualización de los
programas educativos sobre diabetes de las instituciones que preparan a los profesionales de la
salud.
Las actividades de educación para la salud se deben dirigir
principalmente a los niños, a los jóvenes y a las personas adultas en
alto riesgo de desarrollar diabetes.
La detección de la prediabetes y de la diabetes mellitus tipo 2 se debe
realizar en la población general a partir de los 20años de edad o al inicio de la pubertad si presenta obesidad y factores de
riesgo con periodicidad de cada 3
años, a través del Programa de Acción específico de Diabetes Mellitus vigente y en campañas
en el ámbito comunitario y sitios de trabajo, así como en los que los hombres o
las mujeres suelen reunirse
o desarrollar actividades y en los servicios del sistema de educación pública,
además de los que acuden a servicios de salud
pública y privada.
Se establece el diagnóstico de prediabetes cuando la glucosa de ayuno es
igual o mayor a 100 mg/dl y menor o igual de 125
mg/dl (GAA) y/o cuando la glucosa dos horas post-carga oral de 75 g de glucosa
anhidra es igual o mayor a 140 mg/dl y menor o igual de 199
mg/dl (ITG). Para el diagnóstico de diabetes es que se cumplan
cualquiera de los siguientes criterios: presencia de síntomas clásicos y una
glucemia plasmática casual > 200 mg/dl; glucemia plasmática en ayuno > 126
mg/dl; o bien glucemia >200 mg/dl a las dos hrs. después de una carga oral de 75 g de glucosa
anhidra disuelta en agua, sin olvidar que en
la prueba de ayuno o en la PTOG, o en ausencia de síntomas inequívocos de hiperglucemia, estos criterios se deben
confirmar repitiendo la prueba en un día diferente.
El tratamiento de la
diabetes tiene como propósito aliviar los síntomas, mantener el control metabólico, prevenir las
complicaciones agudas y crónicas, mejorar la calidad de vida y reducir la
mortalidad por esta enfermedad o por
sus complicaciones. Las personas identificadas con glucosa anormal en
ayuno, y/o intolerancia a la glucosa, requieren de una intervención preventiva por parte
del médico y del equipo de salud, ya que el riesgo para desarrollar diabetes mellitus Tipo 2 y enfermedad
cardiovascular es elevado, conforme a lo establecido en la Guía de recomendaciones para la promoción de la
salud, prevención, detección, diagnóstico, tratamiento y control de la prediabetes.
Los componentes del tratamiento: El médico, en colaboración con el
equipo de salud, tiene bajo su responsabilidad la elaboración y aplicación del plan de manejo integral del paciente, el cual deberá
ser adecuadamente registrado en el expediente clínico.
El plan de manejo debe incluir el establecimiento de las metas de tratamiento,
el manejo no farmacológico, el tratamiento
farmacológico, la educación del paciente, el automonitoreo y la vigilancia de complicaciones.
El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para la diabetes y
otras enfermedades crónicas, la vigilancia epidemiológica de estos factores de riesgo se
realizará de conformidad con las disposiciones jurídicas aplicables.
Los y las pacientes que de acuerdo a los resultados de la detección
hayan sido detectados como probables personas con diabetes deberán
ser confirmados en la consulta del médico de primer nivel y notificados de acuerdo a las
disposiciones jurídicas aplicables en materia de vigilancia epidemiológica.
Referencias.
Norma Oficial Mexicana NOM-015-SSA2-2010, Para la prevención, tratamiento y control de la diabetes. Recuperado desde 29 de Octubre de 2015 de: http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5168074&fecha=23/11/2010
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